- Limpia debajo de las teclas que has quitado. Humedece un hisopo con agua o alcohol para limpiar debajo de la tecla.
- Limpia las teclas que has quitado con agua y jabón.
- Vuelve a colocar las teclas limpias o las de repuesto en el teclado.
- ¡Haz terminado! Consulta el manual del usuario de la laptop para ver las instrucciones sobre cómo retirar las teclas.
¿Cómo no dañar las teclas de un teclado?
Incluso si son extraíbles, las tapas de las teclas podrían mantenerse en su lugar mediante pequeñas manillas de plástico que pueden romperse con facilidad. Para no dañar el teclado, debes evitar extraer las teclas a menos que se encuentren especialmente sucias.